El titulo que le he puesto a este tema no tiene que ver con la realidad de los personajes bíblicos hombres y mujeres que lideraron al pueblo de Dios, le doy este título solo para resaltar la importancia del trabajo de esos siervos. La verdad es que ellos eran como cualquiera de nosotros. Santiago 5: 17 “Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses.”
Los líderes de la antigüedad son nuestro ejemplo a seguir. 1 Corintios 10: 11 “Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos.” y ahora nosotros debemos ser ejemplo para otros. 1 Timoteo 4: 12 “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.”
El liderazgo moderno porque no nos parecemos ni en lo más mínimo al liderazgo antiguo: veamos que caracterizaba a estos valientes de Jehová.
1. Eran Diligentes. 7: 6 a “este Esdras subió de Babilonia. Era escriba diligente en la ley de Moisés,” no necesitaban que alguien les este rogando para que hagan lo que tenían que hacer.
2. La mano de Jehová estaba con ellos. 7: 6 b “y le concedió el rey todo lo que pidió, porque la mano de Jehová su Dios estaba sobre Esdras.” Contaban con todo el respaldo de Dios, eran los Llamados.
3. Preparaban su corazón para aprender, practicar y enseñar la palabra de Dios. V 10 “Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos.” A pesar de que Esdras era un hombre muy Instruido era humilde para aceptar que cada día se debe aprender algo nuevo.
4. Actuaban de acuerdo a la voluntad de Dios. V 18 “Y lo que a ti y a tus hermanos os parezca hacer de la otra plata y oro, hacedlo conforme a la voluntad de vuestro Dios.” Las decisiones que tome un líder deben ser inspiradas por Dios.
5. Tenian sabiduría para gobernar, delegar y enseñar. V 25 “Y tú, Esdras, conforme a la sabiduría que tienes de tu Dios, pon jueces y gobernadores que gobiernen a todo el pueblo que está al otro lado del río, a todos los que conocen las leyes de tu Dios; y al que no las conoce, le enseñarás.”
6. Dependian de Dios. 8: 21 “Y publiqué ayuno allí junto al río Ahava, para afligirnos delante de nuestro Dios, para solicitar de él camino derecho para nosotros, y para nuestros niños, y para todos nuestros bienes.” Hoy en día tratamos de depender de nuestras habilidades y es por eso que muchas iglesias terminan secularizándose.
7. No dependían de los hombres. V 22-23 “Porque tuve vergüenza de pedir al rey tropa y gente de a caballo que nos defendiesen del enemigo en el camino; porque habíamos hablado al rey, diciendo: La mano de nuestro Dios es para bien sobre todos los que le buscan; mas su poder y su furor contra todos los que le abandonan. 8:23 Ayunamos, pues, y pedimos a nuestro Dios sobre esto, y él nos fue propicio.”
8. Eran celosos de la ley de Dios. 9: 3 “Cuando oí esto, rasgué mi vestido y mi manto, y arranqué pelo de mi cabeza y de mi barba, y me senté angustiado en extremo.”
9. Les dolía una traición a Dios. V 10 “Pero ahora, ¿qué diremos, oh Dios nuestro, después de esto? Porque nosotros hemos dejado tus mandamientos,”; 10: 6 “Se levantó luego Esdras de delante de la casa de Dios, y se fue a la cámara de Johanán hijo de Eliasib; he ido allá, no comió pan ni bebió agua, porque se entristeció a causa del pecado de los del cautiverio.”
10. Eran hombres de oración capaces de influenciar a los demás. 10: 1 “Mientras oraba Esdras y hacía confesión, llorando y postrándose delante de la casa de Dios, se juntó a él una muy grande multitud de Israel, hombres, mujeres y niños; y lloraba el pueblo amargamente.”
11. Podían llevar a la congregación al arrepentimiento. 10: 3 “Ahora, pues, hagamos pacto con nuestro Dios, que despediremos a todas las mujeres y los nacidos de ellas, según el consejo de mi señor y de los que temen el mandamiento de nuestro Dios; y hágase conforme a la ley.”
12. Se animaban unos a otros en lugar de ser carga para los demás. 10: 4 “Levántate, porque esta es tu obligación, y nosotros estaremos contigo; esfuérzate, y pon mano a la obra.” Y esta todavía sigue siendo nuestra responsabilidad. 1 Tesalonicenses 5: 11 “Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis.”
13. Eran radicales. V 8 “y que el que no viniera dentro de tres días, conforme al acuerdo de los príncipes y de los ancianos, perdiese toda su hacienda, y el tal fuese excluido de la congregación de los del cautiverio.” Nunca se caracterizaron por ser tibios.
No hay duda de que nos falta mucho para llegar a ser como aquellos grandes líderes de la biblia, y cada día los tiempos son peores.
Pero hay una buena noticia, y es que aunque cada vez los tiempos son más difíciles, Dios en su misericordia nos dejo una ayuda muy importante para que lo podamos conseguir y también podamos llegar a ser como esos grande hombres de la antigüedad; ese regalo maravilloso es el espíritu santo, el ayudador, nuestro consolador. Así que no desmañemos, esforcémonos seamos valientes, dispongamos nuestro corazón como lo hizo Esdras y un día no muy lejano podremos llamarnos de manera digna lideres al servicio del Dios altísimo.
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